Por Magaly Preciado Reyes y Vanessa Garza Figueroa
Como parte de las acciones que en nuestro país se han venido realizando para garantizar el derecho humano al trabajo de las personas con discapacidad, recientemente el senado aprobó una reforma a la Ley Federal del Trabajo con el objetivo de incorporar medidas que garanticen el acceso al trabajo de personas con discapacidad, entre ellas, la obligación para las empresas de incorporar personas con discapacidad en al menos un 5% de los puestos en empresas con más de 20 personas en su plantilla laboral, de ser aprobada la minuta por la Cámara de Diputados.
De acuerdo con los resultados del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2020), existen alrededor de 21 millones de personas con alguna limitación o discapacidad en México, de las cuales más de 11 millones son mujeres.
Con esto en mente y tomando en cuenta que el 8 de marzo conmemoramos el “Día Internacional de la Mujer”, exponemos aquí algunos datos sobre la situación que las mujeres con discapacidad enfrentan para su inclusión laboral, al ser éste uno de los grupos más afectados por la discriminación laboral.
Todas las personas vivimos con diferentes condiciones que forman parte de nuestra identidad. Según el contexto, una misma condición nos puede poner en riesgo de discriminación, o bien colocarnos en una posición privilegiada respecto a otras personas. Las mujeres con discapacidad pertenecen a dos de los grupos poblacionales que mayormente opinan que sus derechos se respetan poco o nada: mujeres y personas con discapacidad (ENADIS, 2017). Adicional a lo anterior, solo el 27.6% son económicamente activas vs el 52.9% de los hombres con discapacidad (INEGI, 2015). Por ende, las mujeres con discapacidad corren un mayor riesgo de depender económicamente de familiares y de sufrir diferentes tipos de violencias por esta falta de autonomía [1].
Si bien las mujeres y personas con discapacidad se enfrentan a numerosos retos para su movilidad, comunicación, y en general el ejercicio de sus derechos humanos, una limitante que les cierra muchas puertas es la falta de acceso a oportunidades laborales. Reflexionar sobre la importancia que guarda para el mercado laboral los temas de Diversidad, Equidad e Inclusión y el avance que se tiene es de gran relevancia. Los resultados del Sondeo de Prioridades 2021 Diversidad, Equidad e Inclusión en México (Mercer), arrojan que el 17% de las organizaciones encuestadas son Silenciosas, es decir, hacen muy poco, no tienen un plan de acción y tampoco comunican nada al respecto; en tanto, 41% son Reactivas, únicamente refuerzan su postura o planes de acción ante fechas importantes.
Las empresas se enfrentan a numerosos retos en su intención de ser más incluyentes, entre ellos la falta de presupuesto para implementar medidas o dar continuidad a planes de acción que garanticen la accesibilidad de las personas con discapacidad a los centros de trabajo. A este respecto, una agencia especializada en la inclusión laboral de personas con discapacidad en Estados Unidos encontró que 45% de los ajustes a instalaciones tienen un costo mínimo, y otro 45% tienen un costo único de alrededor de $500 dólares (Work Without Limits, 2017). Es decir, solo el 10% de los ajustes razonables resultarán en un costo oneroso para las empresas que estén buscando incrementar la representación de personas con discapacidad en su plantilla, lo cual es una buena noticia, pues de ser aprobada la reforma a la Ley Federal del Trabajo los empleadores no podrán alegar insuficiencia presupuestaria en caso de requerir implementar acciones para garantizar la accesibilidad en los espacios laborales.
Es hora de afrontar los retos que ponen a prueba el compromiso con la igualdad de oportunidades y la inclusión, e imperante reconocer el derecho al trabajo y la responsabilidad que tenemos como organización de garantizarlo.
¡Promovamos la inclusión laboral de las mujeres con discapacidad!
[1] Mujeres, discapacidad e igualdad: Los Recursos suministrados Por el Derecho Administrativo, Juana Morcillo Moreno. Universidad de Castilla-La Mancha. 2015.
ACCSE Equidad, Diversidad e Inclusión.
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