Por Vanessa Garza Figueroa y Magaly Preciado Reyes
Durante Junio celebramos el Día del Padre, que – dicho sea de paso – no genera un revuelo similar al Día de la Madre, ni en lo comercial, ni en lo social. En los lugares de trabajo su celebración apenas figura, por la simple razón de que se celebra en domingo, un día no laboral.
Tradicionalmente, en nuestro imaginario colectivo, la paternidad se ubica secundaria a la maternidad en la labor de crianza, o – en el mejor de los casos – como acompañante. Este escaso involucramiento de los padres en la vida de sus hijos e hijas implica pérdidas en varios sentidos: deja la mayor carga doméstica en hombros de las madres, priva a los padres del gozo de la paternidad activa, y principalmente despoja a las crías de la posibilidad de formar un vínculo con el padre en las etapas más significativas de su desarrollo.
De acuerdo con un estudio de Cornell University[1], las licencias de paternidad de larga duración, además de promover el vínculo parental pueden mejorar el desarrollo del/la infante e incrementar la equidad de género en el hogar y en los lugares de trabajo. Dichos beneficios sin duda otorgarían ventajas importantes para el bienestar de las familias mexicanas, desafortunadamente, la licencia de paternidad aprobada en nuestro país es de apenas cinco días, un periodo insuficiente para asumir la corresponsabilidad posterior al parto.
Esto nos lleva a preguntarnos, ¿ha cambiado la manera en la que se ejerce la paternidad en los últimos años? ¿Qué tanto? La tendencia en los países desarrollados indica que los padres de hoy empiezan a involucrarse más que las generaciones anteriores. Por ejemplo, comparten el trabajo doméstico, ya no son el único sustento económico del hogar, asumen la paternidad como parte de su identidad, pasan más tiempo con sus hijos/as, y en algunos casos, se quedan en casa mientras que sus parejas salen a trabajar[2]
Si bien, hay avances en lo que a corresponsabilidad familiar respecta, en nuestro país todavía hay un largo camino por recorrer, empezando por el lamentable hecho de que por cada 50 mujeres que solicitan licencia de maternidad, solo un hombre solicita licencia de paternidad[3]. Es decir, a pesar de que se ha otorgado el derecho, los padres en nuestro país siguen sin asumir un rol activo tras el nacimiento del bebé.
No obstante, hay esperanza. Algunos padres se han dado a la tarea de reconstruir su rol, de analizar desde las nuevas masculinidades cuáles son las formas en las que desean relacionarse con sus parejas, hijos/as, y con otros hombres y mujeres. En ocasiones, en total contraposición a lo que aprendieron de sus propios padres, lo que puede significar un gran avance si consideramos la diversidad de las paternidades de hoy en día: parejas gay con hijos/as, co-padres[4], padres solteros o padres trans.
La reflexión sobre el rol de padre va de la mano con la reflexión sobre la propia masculinidad. Las nuevas masculinidades invitan a cuestionar la construcción tradicional del “ser hombre”, del poder masculino sobre las mujeres, y del uso de la violencia como instrumento de control social. Por sus implicaciones para la vida en sociedad y para la igualdad entre mujeres y hombres, autores como Jackson Katz señalan que “analizar la masculinidad debe ser el interés superior de toda sociedad”[5].
Aprovechemos pues, la celebración del Día del Padre para reflexionar sobre las paternidades con las que crecimos, las que asumimos, y las que merecen la infancia de nuestra nación.
[1] U.S. Department of Labor. (2016). Why parental leave for fathers is so important for working families (DOL Policy Brief). Washington, D.C.
[2] Steven John (2019). 6 things millennial dads do that their parents didn’t. Business Insider. Mar. 18, 2019.
[3] Julio César Reveles Aguilar. (2019) “Tenía un bebé recién nacido y una mujer con cirugía”: Permisos por paternidad en México son insuficientes. Animal Político, 16 de junio, 2019.
[4] Coparentalidad: Acuerdo entre dos personas para tener y criar un hijo sin estar en pareja.
[5] Cacho, Lydia. (2018). #Ellos Hablan. Testimonios de hombres, la relación con sus padres, el machismo y la violencia. Penguin Random House Grupo Editorial. México, 2018.
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