El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas, con el que cada año arranca la campaña global “16 Días de activismo contra la violencia de género” que concluye el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
¿Por qué tu centro laboral se debería sumar a estas iniciativas para prevenir la violencia contra las mujeres? Considerando que en México y el mundo se estima que por encima del 30% de las mujeres han experimentado violencia física o sexual por parte de alguna pareja o ex-pareja, es muy probable que en tu propio centro laboral haya empleadas que actualmente estén viviendo estos tipos de violencia.
Además, las empresas no están exentas de los impactos que genera la violencia contra las mujeres, una mujer víctima de violencia puede reducir su productividad o ausentarse de sus labores como consecuencia de las agresiones, comprometiéndose su desempeño profesional.
Las áreas de recursos humanos y gestión del talento, dadas sus funciones y cercanía al personal, tienen la posibilidad de identificar casos de trabajadoras que estén viviendo violencia. Estos casos siempre son muy particulares y es difícil tener un “paso a paso” para atender todas las situaciones. Sin embargo, estas recomendaciones generales serán de utilidad para que tu área de RH esté más preparada para atenderlos:
- Contar con una política para atender a trabajadoras que viven violencia familiar. Si bien, cualquier denuncia tendrá que ser dirigida a las autoridades competentes, la empresa puede contar con un compromiso de apoyo a sus trabajadoras, desde facilitar que no pierdan su trabajo cuando tienen que refugiarse en un albergue porque está en riesgo su vida, hasta ofrecer orientación legal a través de sus recursos o áreas jurídicas.
- Capacitando y sensibilizando al personal. Especialmente para el área de RH y mandos medios, será importante la concientización sobre esta problemática y el desarrollo de habilidades para identificar posibles casos de mujeres que vivan violencia familiar. Así como tener responsabilidades claras para dejar la atención profesional que la trabajadora requiera a las personas e instancias externas especializadas.
- Facilitar apoyo para las víctimas que reporten casos. Las mujeres que viven violencia familiar pueden necesitar tiempo para denuncias penales o solicitudes de órdenes de protección, para cambiarse de residencia con sus hijos/as, o para recibir orientación psicológica o consejería. Si no saben que su lugar de trabajo las respalda, muchas de ellas pensarán que su única opción es renunciar o perder su trabajo para poder atender todo lo demás.
- Contar con contactos de emergencia actualizados. La empresa puede estar lista para orientar a sus trabajadoras teniendo a la mano contactos de organizaciones o instancias que otorguen apoyos a mujeres que viven violencia, por ejemplo los institutos de las mujeres de tu municipio o entidad.
- Asegurar un enfoque orientado a los derechos de la víctima/sobreviviente. Una situación de violencia familiar o de pareja, en su peor expresión, puede terminar con la vida de la víctima. Será fundamental, entonces, priorizar su seguridad, confidencialidad, dignidad y capacidad para tomar decisiones sobre las medidas a tomar.
Aprovechemos estas efemérides para impulsar iniciativas, difundir información y sensibilizar tanto a trabajadoras como a trabajadores sobre la persistencia del flagelo de la violencia contra las mujeres, cómo puede identificarse y prevenirse, y por supuesto qué hacer para buscar apoyo o denunciar. Es momento de asumir el compromiso, vivir sin violencia es un derecho.
REFERENCIA: 5 Essentials for HR Practitioners. UN Women, 2020.
ACCSE Equidad, Diversidad e Inclusión. mpreciado@accse.net, vgarza@accse.net